La iteración, como proceso de mejora continua, se plantea como imprescindible para la implementación de la innovación en los despachos, como elemento dinamizador implícito en la concepción y desarrollo de los servicios profesionales.
La implementación de acciones, desde su fase de concepto, requiere dotarse de unas métricas adecuadas para medir en todo momento si obtenemos el resultado deseado. Debemos tener obsesión por medir nuestra actividad profesional, a fin de conocer de manera objetiva el alcance de las acciones implementadas, para así poder introducir mejoras.
Sin duda el mejor indicador es preguntar directamente a nuestros clientes, no sólo sobre su satisfacción, sino lo que añadirían o cómo valorarían determinadas innovaciones. Innovar conjunta o cocreación con el cliente.
Nuestra gestión diaria debe acompañarse de un salpicadero con KPIs configurados según los objetivos propuestos, sean operativos, financieros o de gestión, y en este punto herramientas de fecha analytics serán muy relevantes.
Las métricas que definimos deben ser Smart (Specific, Medible, Attainable, Relevant y Time Based).