Algunos de los retos que tienen los departamentos legales consiste en mejorar la percepción de valor por parte del negocio. Tal vez porque el reporting de su trabajo se ha hecho de forma poco tangible y cuantificada, a diferencia de otras áreas, que llevan años de tradición presentando números e indicadores. El abogado en la compañía se ha centrado en el trabajo legal, no en su reporting, y en consecuencia no está atento a vender el valor de su función porque ha estado orientado al trabajo que llegaba, actuando en algunos casos de apagafuegos y por tanto de forma reactiva.
La utilización de KPIs es la clave para hacer evidente valor de forma fácil y con el mismo lenguaje empresarial que otros departamentos. No es tarea fácil, pero pueden ayudar a justificar la dimensión del departamento legal, a la consecución del bonus, a cuantificar la aportación de valor al negocio (incluidos los ahorros y costes) y, sobre todo, a que se entienda de forma clara y concisa lo que hace el departamento legal, más allá de percepciones y especialmente por desconocimiento de la función jurídica.