La aplicación del LPM ofrece estos beneficios:
- Reduce los problemas asociados a la ejecución. Aunque el LPM no garantiza que surjan problemas, facilita la identificación y solución inicial del problema, reduciendo el impacto negativo.
- Favorece la asignación racional de escasos recursos. Por definición, toda empresa cuenta con recursos limitados, y en muchas ocasiones no queda otro remedio que asumir nuevos proyectos con el mismo equipo y presupuesto. En estas circunstancias la importancia se traslada a la acertada asignación de estos recursos.
- Consolida la relación con el destinatario. El LPM es un sistema, y consiguientemente una de sus principales finalidades consiste en poner orden. La relación con el resto de la empresa se integra en el proyecto y esta integración provoca dos consecuencias relacionadas con el orden:
- El resto de departamentos tienen la posibilidad de seguir y conocer el estado del proyecto, comparándolo con la planificación inicial.
- Cuando es necesario modificar un elemento o parte del proyecto, es el momento en el que el LPM demuestra su utilidad al permitir incorporar estos cambios dentro de alguna de las categorías o tratarlo como un hito adicional.
- Reduce los costes. La asignación de recursos planificada, la correcta asignación de tareas y la previsión de tiempo supone un ahorro de costes.
- Reduce el estrés. Todo proyecto se añade al trabajo habitual que a diario realiza el departamento legal, aumentando la carga de trabajo y con ella el estrés. El LPM y el orden que establece aportan certidumbre y un canal por el que canalizar y controlar el trabajo añadido del proyecto, lo que permite reducir la sensación de desbordamiento.