El análisis predictivo será fundamental para determinar y potenciar las actividades que aportan valor al cliente, que en muchas ocasiones no coincidirán con nuestra visión técnica de lo relevante, lo que nos exige una mirada diferente, con los zapatos de nuestro cliente , porque el valor para el cliente no estará únicamente en nuestras habilidades jurídicas, que da por supuestas, sino en cómo comunicamos, en qué plazos, qué actitud adoptamos ante las adversidades, incluso frente al error, de qué conocimiento tenemos de su negocio y que nivel de riesgo y compromiso adoptemos ante los retos que nos plantea. Estos elementos requieren la adecuada planificación, que es objeto del legal project management.
La propuesta de servicios supone la culminación de la primera etapa de la planificación proactiva de nuestra actuación, que incorporará la adecuada combinación de los elementos de un doble triángulo: alcance, tiempo y coste, así como calidad, recursos y riesgos. La alteración de uno de estos elementos en la ejecución del proyecto exigirá la redefinición del resto, en el reto de conseguir la mejor experiencia del cliente.
Esta proactividad en la gestión del proyecto permite trasladar certezas a nuestro cliente, tanto en el desarrollo del servicio, como en el precio, en la medida en que los servicios profesionales consisten en la venta de fracciones de tiempo que incorporan conocimiento para conseguir un determinado resultado . El diagrama de Gantt será un instrumento imprescindible para la gestión del proyecto.
Tres conceptos acompañan de forma inseparable una visión customer céntrico del legal project management: el customer journey, los flujos de valor y la gestión del talento.