Nuevas habilidades en la función legal: Gestión del tiempo

Para los abogados el tiempo constituye un coste de oportunidad, porque difícilmente podemos hacer dos cosas a la vez, y en consecuencia de todas las tareas a realizar debemos determinar las que priorizaremos, e incluso las que rechazaremos.

Diferenciar lo urgente de lo importante es crítico.

La gestión del tiempo implica asegurar el cumplimiento de los objetivos, y para hacerlo con éxito debemos recurrir a su planificación en 5 fases:

  1. Confeccionar una lista de tareas.
  2. Clasificarlas por tipos.
  3. Establecer la duración objetiva de éstas.
  4. Reclasificar en función de la prioridad.
  5. Reajustar en función de las desviaciones en su ejecución.

La metodología en la gestión del tiempo requiere yuxtaponer varios horizontes temporales y eludir aquellas tareas que finamente son ladrones de tiempo y nos apartan del objetivo, así como las frecuentes interrupciones que rompen el ritmo de nuestra productividad.

¡No es lo mismo estar ocupado que ser productivo!

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