Sin duda uno de los activos más poderosos de las empresas es su conocimiento. La toma de decisiones basadas en datos ya no es una opción.
A menudo los abogados nos centramos únicamente en la gestión de los datos jurídicos de los contratos y no atendemos a la extraordinaria importancia de los datos no jurídicos, que en muchos casos pueden suponer el 90% de los contratos, datos fundamentales para una visión crítica en la gestión riesgo, en la medida en que permiten el análisis del tejido conectivo de las relaciones con los stakeholders del negocio, y así comprender quién es responsable y quién debe hacer qué, cuándo y a qué coste.
Abordar una gestión integral de los datos del contrato en el CLM pasa por:
- Digitalizar la totalidad del proceso de contratación, incorporando especialmente los procesos previos a la contratación: documentos técnicos, anexos, ofertas, comunicaciones,… Cuando el abogado todavía no interviene.
- El sistema de acceso a los datos en el CLM debe integrarse con el CRM de la empresa para compartirlos, a la vez que debe ser lo suficientemente flexible y accesible para tomar con rapidez decisiones de negocio.
- Incorporar al CLM una potente capacidad analítica para disponer de datos estructurados y de calidad, para la toma de decisiones basadas en datos.
- Automatización de las tareas para mejorar la productividad y eficiencia, lo que permite ahorros de entre un 9 y un 15%, superando negociaciones lentas y falta de información.
La empresa necesita ir más allá de la etapa fundamental de digitalizar contratos y automatizar sus procesos, para conectar los datos que están ocultos en sus contratos con personas y procesos clave en toda la organización, transformando datos en inteligencia crítica para el negocio.
El reto está en convertir datos no estructurados en activos digitales fácilmente accesibles.